En una mañana de invierno,
muy temprano, casi sin sol,
me doy vuelta y te veo,
dormida y radiante mi amor.
Te despiertas lentamente,
sonriendo con tu luz,
sabes brillar transparente,
sos el cristo de mi cruz.
Estribillo
Una mochila llena de sueños
cargo dia a dia sin descanso
solo pienso en ser el dueño
de tu
tierno corazón manso.
Vivo y respiro por tu aire,
que es puro y me relaja,
son tus ojos, piel y boca,
que nudos de pasión desatan.
Es tu cuerpo de otro hombre,
la puerta se cierra y ya no estás
solo tu aroma sobre mi carne
hasta la próxima quedará.
Estribillo
Una mochila llena de sueños
cargo dia a dia sin descanso
solo pienso en ser el dueño
de tu
tierno corazón manso.
Viejo Ciruja